Around The Wild: #tarde

El Bistró de La Central

martes, marzo 25, 2014

Ultimamente se han puesto muy de moda los sitios para tomar café (cafeterías de toda la vida) con ambiente antiguo, vintage, sofisticado e incluso a veces extravagante.

No se muy bien a que se debe este 'furor' por este tipo de sitios que triunfan en la metrópolis Madrileña y son los nuevos protagonistas de barrios como Malasaña, Centro o las callejuelas del Barrio de Salamanca.

Bueno si os soy sincero todo se debe a una palabra 'Postureo', sí sí todo es puro postureo. Estar y frecuentar los sitios de moda, que se llevan. Sincerandome más os digo que soy fan del postureo y de estos sitios, me gustan demasiado, son aires nuevos y frescos, y sus decoraciones son fantásticas.

Supone dejar atras cafeterías abarrotadas por señores jugando al mus, señoras que se reúnen con sus amigas, pasar del sandwich mixto o churros al cheesecake o reducción de tarta de chocolate, cambiar el cafe cortado por el caramel macchiato. Pero estos aires modernos (y no tanto, me gustan mucho)

Después de esta introducción contado mi opinión os presento un sitio de este tipo:

El Bistró de La Central

La Central es una cadena de librerías que surgió hace tiempo desarrollando un nuevo concepto de librería, en la que no puedes encontrar las novelas mas leídas si no libros de otra temática como arte, comida, historia, manualidades y otros. La verdad es que tienen una colección bastante grande de ejemplares de todos tipos, colores, tamaños y formatos.

Estas librerías las encontramos dentro de museos como el Museo Reina Sofia, entre otros, pero esta vez voy a hablar de la situada cerca de la madrileña Plaza de Callao.

¿La novedad? Esta libreria esta en un edificio muy característico y ademas tiene incorporado un bistró, que es una especie de cafetería.

¿Lo mejor de todo? La decoración. La librería mezcla diferentes estilos modernos y antiguos y por su parte el bistró, tiene un estilo extravagante y antiguo con objetos particulares que hacen que sea una chulada.

Ana y yo visitamos este sitio con nuestros amigos Allie, Alex y Natalia aprovechando que no teníamos clase y que hacía un día lluvioso. Decidimos ir a tomar café y merendar algo ya que no se podía estar por la calle y habíamos oído hablar de este sitio.

Antes de sentarnos, como estaba lleno, tuvimos que estar esperando 20 minutos y aprovechamos para observar el centro del local ( que es lo mas molón) y echar una ojeada a los libros.

Además mientras esperas ves perfectamente la vitrina con las tartas y pasteles por lo que vas haciendo hambre!

El local esta decorado, a parte de con objetos antiguos, con carteles con frases interesantes o cómicas, y los carteles que anuncian el menú también molan mogollón.

A continuación nos presentaron la carta...

Y por fin, tras un rato de indecisión pedimos lo que íbamos a tomar. He de decir que el servicio se lleva una critica bastante negativa, por los siguientes motivos:

- Pedimos un vaso de agua y hasta la sexta vez no nos hicieron ~~ni puñetero~~ caso y tuvimos que repetirlo mil veces.

- Primero llegaron las bebidas. Primero nos lo trajeron a dos , luego a otro y nuestra pobre amiga Allie estuvo esperando como 20 minutos para un capuccino.

- Mas tarde llego la comida, también por tandas, y algunos esperaron otros 15 minutos para un croissant (debe ser que fueron a Francia a por el, no sabemos.)

- Camareros antipáticos y siesos como ellos solos. No demostraban simpatía alguna. Parecía que estaban con los colegas en el parque cuando hablaban.

- Como dato a saber, tardaron mil horas en traer las cosas, pero eso si a la hora de quitar los platos sucios y cobrarnos parecían el correcaminos.

Ahora os enseño lo que pedimos y judgar por la apariencia!

Yo me pedi un Capuccino y Carrot Cake (Tarta de Zanahoria, la cual me trajeron rota, cosa que deja mucho que desear y les pone un punto negativo).

Ana se podio unas 'Porras rellenas de nata con chocolate' que pensaba que eran unas porras con chocolate tradicionales y en realidad eran una especie de eclairs o petit suisses.

Nuestros amigos pidieron mas capuccino y un croissant. También tienen una infinidad de tés.

Llego la hora de pagar y la verdad que no fue excesivamente caro para lo que son estos sitios. Cafés entre 1,30€ y 2€, tartas entre 3.50€ y 5€, pastelitos y varios entre 2€ y 5€.

En definitiva: Sitio agradable con buena decoración y ambiente agradable, situado en el centro de Madrid. Bebidas y tartas muy ricas, además que también ofrecen comidas, cenas, desayunos y brunch. Como parte negativa el servicio, totalmente desatento y antipático. Precios razonables.

Yo tenía muchas ganas de ir a tomar el brunch un domingo, pero visto el servicio ofrecido no se si repetiré mi experiencia, por que en temas gastronómicos si me gusto.

Para finalizar os dejo un par de fotos del centro de Madrid que hicimos al terminar en el Bistró. Espero que os guste tanto el post como el articulo!