Berlín en 3 días: Día 1, toma de contacto.

Tras el anterior post en el que os conté mi estancia en el Ibis Budget Alexanderplatz ya habréis podido imaginar que mi ultimo viaj...





Tras el anterior post en el que os conté mi estancia en el Ibis Budget Alexanderplatz ya habréis podido imaginar que mi ultimo viaje fue a la histórica y sorprendente ciudad de Berlín. 

Tal y como hemos hecho con anteriores viajes, os lo voy a contar por los días que estuve allí y que hice cada uno de ellos, ayudando así a planificar vuestro viaje en caso de que la visitéis. Mi intención es que estos post os ayuden a planificar vuestro viaje, aunque siempre viene bien visitar las páginas oficiales, en este caso www.visitberlin.de

En este caso en mi aventura me acompañaron dos amigas de la universidad, y nuestro viaje comienzo muy pronto, mas concretamente a las largas 5 de la mañana embarcado en un vuelo de Ryanair, que cogido con mucha antelación nos salió muy bien de precio, pero si lo cogéis con menos antelación, recordar esos trucos que os conte para encontrar las mejores ofertas en este anterior post.

Pasado un vuelo de 3 horas de duración llegamos al pequeño y antiguo aeropuerto de Berlín Schönefeld, en el cual para dirigirnos a la ciudad tomamos el tren regional RB7, parecido a los trenes de cercanías de Renfe, con el cual nos plantamos en 20 minutos en la estación de Alexanderplatz.

Cuando bajamos del tren sentimos la típica, en mi caso al menos, sensación de realmente estar en una nueva ciudad, y estuvimos dando una vuelta por la plaza, observando y anotando sitios que visitar, por supuesto las fotos no faltaron.



 Tras una parada rápida en el hotel con check in antes de la hora prevista por suerte nos pusimos a caminar, y desde la plaza tomamos una calle muy larga con el objetivo de llegar a la catedral pero acabamos perdidos y entreteniéndonos con pequeños detalles. Finalmente llegamos a la catedral, la cual es impresionante y tras observarla unos minutos y tomar fotografías desde el puente situado al lado, decidimos continuar.

Empezó a entrarnos el hambre después de una infinidad de horas despiertos y encontradonos en uno de los sitios mas turísticos de Berlín decidimos para a comer en el que menos destinado a turistas parecía, La Vespa Trattoria, justo en frente de Hackescher Markt.

Proseguimos nuestra ruta y decidimos parar frente al Museo Antiguo, que pertenece a la isla de los museos, con una explanada que llamaba a tumbarse.



Tras un largo y caluroso paseo, tanto que hasta los propios Berlineses estaban extrañados, llegamos a uno de los puntos mas internacionalmente conocidos de la ciudad, la Puerta de Brandenburgo, anteriormente principal puerta de acceso a la ciudad.


La verdad que esta plaza en la que acaban y empiezan dos de las avenidas mas importantes de la ciudad tiene unas vibraciones especiales y solo podría describirse como un lugar único, y como no, plagado de turistas y 'palos selfie'.

Tras tomar unas cuantas fotografías y cruzar la puerta decidimos tirar hacia la izquierda, pues hacia la derecha se encuentra el parlamento y no entraba en nuestros planes del día. 
Un merecido descanso en la tan larga avenida y llegamos a otro de los grandes iconos de la ciudad, el Monumento al Holocausto.







La verdad que me decepciono mucho, principalmente por la cantidad de gente que hay y que hay un guardia con una porra persiguiendo a la gente que se sienta o se pone de pie sobre alguno de los bloques. Aun así creerme que es mas grande de lo que os podéis imaginar, nos hicimos la típica foto y seguimos hacia delante.



Pasamos por la curiosa y animada Postdamer Platz, y continuamos andando cuando nos topamos con Mall of Berlín, en el que decidimos entrar, curiosear un poco y ver si podíamos encontrar algún sitio en el que vendieran agua sin gas.



Como llevábamos mil horas despiertos decidimos ir a descansar al hotel, del cual ya os he hablado anteriormente en este post. Para cenar estaba claro que teníamos que adaptarnos a los horarios alemanes, pero de sitios para comer en Berlin os hablaré en otro momento.

Después de cenar dimos un paseo nocturno, que creo que es algo indispensable en cada ciudad que visitamos. En este caso optamos por hacerlo por la céntrica Friedrichstrasse, donde nos topamos con el Checkpoint Charlie, uno de los pasos fronterizos del muro de Berlín mas famoso.


Foto como corresponde y antes de poner fin a nuestro día entramos en McDonald's, si habéis leído bien, en McDonald's para comprar un Apfel Tasche que lo vendían en España hace unos años y teníamos ganas de recordarlo.



¿MOVERSE EN BERLÍN?

Por ultimo antes de acabar, me gustaría comentaros como moverse por Berlín. Esta ciudad posee el U-Bahn, que sería el metro, y el S-Bahn, que sería como los trenes de cercanías de renfe, es decir, no subterráneos en su gran mayoría. Pero a parte encontramos los Tram, tranvías, y el autobús.

La mayoría de las líneas de S-Bahn y U-Bahn funcionan 24 horas, con alguna excepción claramente. En realidad hay dos tipos de cada línea, la diurna y la nocturna, por lo que moverse por esta ciudad se convierte en algo demasiado 
fácil. 

Sobre las tarifas debo decir que no es muy caro, sobre la media pero nada comparado con Londres por ejemplo. Nosotros decidimos comprar un Kleingruppen Tageskarte, que viene a ser un abono diario para grupos de menos de 5 personas. Su precio ronda los 15€ en función de las zonas que abarque, AB o ABC, pudiendo usarse en U-Bahn, S-Bahn, Autobús o tranvías. En Berlín no hay tornos para acceder al transporte y cada uno es libre de colarse o no, pero ojo con las multas. Como dato curioso apuntar que los abonos diarios solo deben validarse una vez, no en todas las estaciones que a nosotros nos paro un revisor y quería multarnos por eso.

Os dejo un enlace a un mapa de transportes de Berlín pinchando aquí.



En el próximo post toca un día de no parar andando por esta gran ciudad, espero que os haya gustado y stay tunned!

Eugenio




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